Así es la huella de la contaminación en la piel

Sábado 25 de Enero del 2020

Imagen simbólica de los efectos de la contaminación en la cara.

Los agentes contaminantes aceleran el envejecimiento de la piel.

El tráfico, las calefacciones, la incineración de residuos, los herbicidas y pesticidas, los incendios forestales, el tabaco, los disolventes y productos de limpieza… son algunas de las fuentes cotidianas de contaminantes que dañan distintos órganos de nuestro cuerpo, entre ellos la piel. Una revisión publicada recientemente en la revista Journal of the European academy of Dermatology and Venereology recopila el conocimiento actual sobre el impacto de la contaminación ambiental en la piel.

Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral y uno de los autores del artículo, resalta que los contaminantes “más dañinos para la piel se encuentran tanto en el exterior como en los interiores, por lo que estamos expuestos a ellos prácticamente en cualquier situación”. Entre los principales agentes implicados destaca “el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno, el ozono, los metales pesados, las dioxinas, los hidrocarburos poliaromáticos y los compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles”.

Mecanismos que explican el impacto de la polución

Los estragos de la contaminación en la piel se producen, sobre todo, porque los agentes contaminantes fomentan lo que se conoce como estrés oxidativo que, tal y como explica el dermatólogo, “es un mecanismo por el cual se generan más radicales libres en el organismo. Los radicales libres actúan disminuyendo la producción natural de colágeno, elastina y ácido hialurónico, además de deteriorar las membranas de las células”.

La cosa se complica cuando la polución se suma a los efectos de la radiación ultravioleta: “La combinación de contaminación y radiación UV produce más daño en la piel que ambos por separado”. La radiación UV sobre una piel en la que están depositadas micropartículas contaminantes hace que esta primera barrera de protección del organismo frente a agresiones externas  sea más propensa a desarrollar o exacerbar los síntomas de enfermedades inflamatorias cutáneas, como son la dermatitis, el acné o la psoriasis.

Por último, hay que tener en cuenta un tercer factor, que es la alteración de la microbiota -microorganismos que conviven en nuestro organismo cuya interacción produce efectos beneficiosos-  de la piel “por las micropartículas de polución que se van depositando”.

Efectos de la contaminación

El resultado de esos efectos es el envejecimiento prematuro de la piel, provocando arrugas, manchas y flacidez, así como el agravamiento de ciertas enfermedades de la piel. Sánchez Viera señala que la exposición “a gases procedentes de la circulación y a contaminantes propios del hogar provoca sustanciales signos de envejecimiento prematuro”. Las principales manifestaciones son las siguientes:

  • Aparición de léntigos (manchas solares que normalmente se asocian a la edad) en la frente y las mejillas.
     
  • Desarrollo de arrugas en el pliegue nasolabial (las conocidas popularmente como arrugas de marioneta) y en las manos.
     
  • Aparición prematura de laxitud y flacidez en párpados y mejillas.

En lo que se refiere a las personas con patologías dermatológicas, el experto relata que la hiperoxidación o alto nivel de estrés oxidativo en la piel “provoca daños en las membranas que recubren las células epiteliales, lo que hace que la piel esté más desprotegida y más sensibilizada a factores externos como la contaminación ambiental. Las pequeñas micropartículas que quedan depositadas en la piel, unidas a la radiación ultravioleta, no sólo incrementan la producción de sebo, empeorando los síntomas del acné, sino que también provocan procesos inflamatorios en las células cutáneas, haciendo que patologías como la dermatitis atópica, los eccemas o la psoriasis empeoren”.

Qué hacer para paliar el daño

Puesto que no podemos escapar de la contaminación, ¿qué podemos hacer para mitigar sus efectos? “La higiene es fundamental para evitar que las micropartículas de polución se vayan almacenando en la piel”, subraya Sánchez Viera, quien añade que en las personas con alguna enfermedad cutánea “es recomendable que la limpieza se realice con productos específicos para cada patología”.

Otro punto esencial es “la hidratación y la protección solar, ya que una piel hidratada adecuadamente es sinónimo de una piel más sana”.

Tampoco está de más combinar los cuidados cutáneos con una buena alimentación, incluyendo en la dieta “alimentos ricos en antioxidantes, que ayudarán a combatir los radicales libres”.

El experto también aconseja utilizar “humidificadores y purificadores del ambiente en interiores”, que ayudan a combatir la presencia de agentes contaminantes. Asimismo, recomienda evitar “realizar ejercicio físico al aire libre en las horas de mayor contaminación provocada por el tráfico y cerca de las calles y carreteras con mucha circulación”.

Tratamientos específicos anticontaminación

Existen diversos productos cosméticos que se pueden incorporar a la rutina diaria para minimizar los efectos de la contaminación sobre la piel. “Tienen principios activos que evitan la adhesión de las partículas de contaminación a la piel; antioxidantes que reducen la acción de los radicales libres; protección ultravioleta; prebióticos y probióticos para mantener el equilibrio de la microbiota cutánea; agentes hidratantes que ayudan a mantener sana la capa hidrolipídica de la piel, responsable de la protección frente a agentes externos; y extractos purificantes y de efecto détox”, enumera el dermatólogo. Asimismo, señala que los exfoliantes suaves pueden ayudar a la limpieza en ambientes muy contaminados.

Hay también tratamientos dermatológicos poco agresivos, como la microdermoabrasión, que elimina las capas superficiales de la piel en la que quedan depositadas las partículas de contaminación. “Este tratamiento, seguido de un peeling químico en el que se utilicen agentes hidratantes, exfoliantes o despigmentantes, hace que podamos mantener a raya los efectos nocivos de la polución sobre la piel”.

Fuente: http://ow.ly/ldwl30qcdoy