Cómo paliar el picor de ojos

Miércoles 17 de Junio del 2020

Hombre rascándose un ojo.

El picor de ojos puede asociarse a distintas patologías oculares.

El picor de ojos (prurito ocular) es el síntoma más común por el que los pacientes acuden al oftalmólogo. Generalmente, quienes lo padecen no suelen tener enfermedades oculares importantes que puedan poner en riesgo su visión, pero sí una molestia que a veces resulta irritante, tanto para los propios ojos como para el humor de la persona afectada, que incluso puede sentir que empeora su calidad de vida si esos picores son recalcitrantes.

La molestia empeora cuando por acto reflejo o por un deseo imperioso nos rascamos o frotamos los ojos, que siempre deben “rascarse con los codos”, como decían los oculistas clásicos.

Según un estudio publicado en 2017 en la revista científica Itch (“Picor” en español), órgano oficial del Foro Internacional para el Estudio del Picor, se calcula que un 30 por ciento de los pacientes de consultas de oftalmología refieren picor ocular. Las causas de este fenómeno son diversas, así como la localización del picor en el ojo, según explica María Paz Villegas, catedrática de Oftalmología de la Universidad de Murcia (UMU) y responsable del servicio de esta especialidad en el Hospital General Universitario Reina Sofía, en Murcia.

Esta experta señala que para centrar el problema es esencial considerar cuándo empezaron los síntomas, cuánto dura el picor, si es estacional o dura todo el año, si se desencadena por algún factor (por ejemplo al salir al jardín, al ponerse la lente de contacto o cualquier tratamiento para los ojos, cremas de la cara o pinturas cosméticas) y si la persona tiene alguna enfermedad asociada, como asma, dermatitis o rinitis.

En principio, el oftalmólogo rastrea entre el abanico de causas principales del prurito ocular:

  1. Alergia ocular (conjuntivitis alérgica, muchas veces es una rinoconjuntivitis).
     
  2. Blefaritis y dermatitis alrededor del ojo.
     
  3. Conjuntivitis de cualquier tipo.
     
  4. Ojo seco.
     
  5. Fatiga visual (astenopia).


Las enfermedades no producen diferentes tipos de picor, pero sí de diferente localización. Las blefaritis y dermatitis suelen presentar mayor picor en los párpados, mientras que las alergias, las conjuntivitis, el ojo seco y la fatiga visual se manifiestan con mayor picor dentro del ojo”, señala Villegas, precisando que el picor en el canto interno del párpado es típico de las conjuntivitis alérgicas y que los pacientes con ojo seco y con fatiga visual a menudo se quejan, además, de dolor ocular asociado. 

La alergia ocular o conjuntivitis alérgica se debe a la exposición a un alérgeno al que el individuo está sensibilizado. Puede ser estacional, como la alergia al polen del olivo, o perenne, como la de los ácaros del polvo. En este tipo de alergia se incluye la causada por contacto del ojo con sustancias extrañas (lápiz de ojos, maquillaje, tratamientos tópicos de enfermedades oculares o lentes de contacto o sus sustancias limpiadoras). “Estas conjuntivitis alérgicas por contacto con la superficie del ojo de sustancias están con frecuencia subestimadas y no suelen diagnosticarse porque se desarrollan muy lentamente y no son muy intensas”, señala la oftalmóloga.

Por otra parte, las blefaritis (inflamación en el borde del párpado) suelen causar picor porque alteran la composición de la lágrima y se acompañan de presencia de sustancias no habituales como toxinas bacterianas o sustancias de desecho en la lágrima, a las que el individuo reacciona como si de una alergia se tratara. Y las dermatitis que ocurren alrededor del ojo actúan de forma similar.

Las conjuntivitis de cualquier tipo causan una inflamación conjuntival que se acompaña de picor. Sobre todo causarían picor aunque con frecuencia no se diagnostican las conjuntivitis llamadas irritativas que se deberían a la presencia de sustancias irritantes en la conjuntiva como sustancias químicas, pelos de procesionaria, larvas de insectos, etcétera.

El ojo seco también es una causa frecuente de picor ocular sobre todo en personas mayores. La falta de lágrima hace que el ojo se seque y se produzca una inflamación crónica de la conjuntiva que produce el picor.

Un último desencadenante de picor ocular que apunta Villegas sería la fatiga ocular o astenopia, cuyas causas son muchas: defectos refractivos no corregidos, corrección óptica errónea o esfuerzo visual mantenido, sobre todo de cerca.  Esa fatiga se exacerba cuando hay además sequedad ocular. 

Observar dónde pica

Diferenciar el lugar exacto del picor puede ser una pista de sus causas. En general, las blefaritis y dermatitis suelen presentar mayor picor en los párpados, mientras que alergias, conjuntivitis, ojo seco y fatiga visual pican más dentro del ojo. Un  picor en el canto interno del párpado es típico de las conjuntivitis alérgicas. El ojo seco y fatiga visual a menudo implican dolor ocular asociado.

También hay diferencias en cuanto a los tipos de alergia. La alergia aguda estacional comienza con un picor ocular muy intenso y enrojecimiento ocular de forma brusca, sobre todo en personas con asma o rinitis alérgica. Normalmente  presentan ojo enrojecido y lagrimeo, sin  secreción ocular, incluso edema de la conjuntiva.

Por el contrario, las alergias crónicas suelen empezar muy lentamente, durante semanas, y empeoran si no se elimina el desencadenante. El picor suele ser menor que el de la forma aguda y los pacientes tienen enrojecimiento ocular, lagrimeo y secreción mucosa, aunque en pequeña cantidad. “El signo cardinal que buscamos al explorarlos es la presencia de papilas en la conjuntiva, aunque hay otros, como edema y pigmentación periocular”, subraya Villegas.

En ambas formas de alergia el tratamiento de inicio es similar porque se busca evitar el contacto con el alérgeno y detener la reacción, por ejemplo dejando de utilizar lentes de contacto o un fármaco ocular. Además el especialista prescribirá un fármaco antialérgico tópico (antihistamínicos y estabilizadores de los mastocitos y de acción dual) y podría recomendar terapias no medicamentosas para reducir la inflamación, como aplicar compresas frías, lavados con suero salino o lágrimas artificiales frías.

“Las alergias crónicas a veces no ceden porque no se llega a detectar el alérgeno. En esa minoría de pacientes recurrimos a tratamientos más fuertes, como antiinflamatorios esteroideos o no esteroideos o fármacos inmunomoduladores por vía tópica, e incluso fármacos biológicos por vía sistémica”, señala la experta. En otros casos sí se conoce el alérgeno, pero la respuesta del paciente es exagerada (generalmente asociada a asma, rinitis o dermatitis) y se le remite para inmunoterapia en la consulta de alergología. 

Cómo frenar las molestias

Ciertas costumbres higiénicas o preventivas pueden ayudar a paliar el incómodo picor de ojos:

  • Si se trata de una alergia ocular, lo primero que hay que hacer es tratar de identificar el alérgeno y evitar el contacto con él. 
     
  • Si la alergia se debe a alérgenos ambientales como el polen, es útil el ponerse unas gafas normales o de sol cuando se sale al exterior, pues reduce la entrada de los alérgenos en el ojo.
     
  • Se puede disminuir la inflamación de todos los procesos que producen el picor mediante la aplicación de compresas frías
     
  • Los lavados con suero fisiológico a veces producen gran alivio porque las alergias se deben a la entrada del alérgeno al saco conjuntival, y el lavado produce un arrastre y salida de éste, por lo que mejoran los síntomas. 
     
  • Las lágrimas artificiales sin conservantes frías diluyen el alérgeno y disminuyen la inflamación. Si además la causa del picor es ojo seco, es la aplicación de lágrimas artificiales, geles o pomadas indicadas para el ojo seco y la humidificación del ambiente será muy beneficiosa. 
     
  • Si hay blefaritis o se sospecha que la alergia se debe a cosméticos se debe hacer limpieza del párpado y de la base de las pestañas una o dos veces al día simplemente con agua templada o con un jabón neutro y/o un jabón específico para uso palpebral. 
     
  • También se podrían administrar colirios que contengan ectoína, una sustancia natural que tiene efectos protector celular y antiinflamatorio. Existen varios productos farmacéuticos que contienen ectoína sola o con lágrima artificial. 
     
  • Si hay fatiga ocular debido a trabajo continuo de cerca se deben descansar los ojos. Se recomienda que por cada 20 minutos de trabajo de cerca (dispositivos electrónicos, lectura en papel, costura, etc.) se descanse al menos 20 segundos. Este descanso se puede hacer con los ojos cerrados o enfocando a objetos lejanos. 

Qué no hacer cuando pican los ojos

Villegas es taxativa sobre la forma en que intentamos contrarrestar de forma instintiva el picor ocular:  “Nunca deben frotarse los ojos”. La experta argumenta esa negativa en cinco razones:

  1. El frotamiento aumenta los fenómenos de edema e inflamación de la conjuntiva y se produce un aumento del picor. 
     
  2. Las manos pueden contener gérmenes y al tocar nuestros ojos los colocamos en la mucosa ocular y se pueden producir infecciones oculares. “Por cierto, se cree que este es uno de los mecanismos de transmisión de Covid-19 y que la enfermedad puede empezar por una conjuntivitis”, alerta la oftalmóloga.
     
  3. Se pueden romper los vasos finos de la conjuntiva y producirse hemorragias.
     
  4. Si existieran cuerpos extraños dentro del ojo, vamos a provocar lesiones por el roce con el cuerpo extraño. 
     
  5. El frotamiento puede producir enfermedades de la córnea, como queratocono, o empeorar otras existentes, como el glaucoma

Villegas recomienda ir al oftalmólogo si el picor es tan intenso que no podemos evitar rascarnos, o si notamos otros síntomas como disminución de visión, secreción (legañas), enrojecimiento importante, dolor o eczemas en los párpados. Explica que aunque existen diferencias entre escozor y picor, son síntomas que suelen ir juntos en la mayoría de las causas de picor ocular. En principio, el escozor es la sensación de “quemazón” mientras que el picor es la sensación que nos impulsa al “rascado” de los ojos. El ojo seco o la fatiga ocular producen más escozor que picor, mientras que trastornos como la alergia ocular y las blefaritis producen más picor que escozor. 

La especialista concluye que los objetos extraños, la exposición a sustancias irritantes y los traumatismos oculares no suelen producir picor ni escozor, sino dolor ocular intenso e imposibilidad de abrir el ojo.